Los estudios de suelo evalúan características físicas y riesgos para construcciones. Incluyen análisis geológicos (composición), geotécnicos (propiedades mecánicas), ambientales (contaminación), de vulnerabilidad sísmica (resistencia a terremotos) y topográficos (relieve). Son esenciales para planificación urbana segura y sostenible.
Los ensayos de laboratorio en suelos determinan propiedades físicas, mecánicas y químicas. Incluyen granulometría, límites de Atterberg, compactación, resistencia al corte, permeabilidad y análisis químicos. Estos tests identifican capacidad portante, estabilidad, contenido de humedad, riesgo de expansión/contracción y contaminantes, fundamentales para diseño estructural y mitigación de riesgos.
El diseño arquitectónico define forma, función y estética de una edificación, mientras el diseño estructural garantiza su estabilidad, resistencia y seguridad. Ambos integran materiales, normativas, cargas y condiciones del terreno (previamente analizado en estudios de suelos) para lograr construcciones eficientes, seguras y adaptadas al entorno.
El levantamiento topográfico registra las características físicas de un terreno mediante mediciones de planimetría (posición horizontal) y altimetría (altura). Identifica curvas de nivel, estructuras, vegetación y elementos naturales/artificiales, generando mapas o planos precisos para proyectos de construcción, delimitación de terrenos y planificación urbana.
